miércoles, 27 de agosto de 2008

CASTELLA PUNTÚA EN LA 4ª DEL ABONO CONQUENSE - Feria de Cuenca

ENVIADO ESPECIAL
EDUARDO RODRIGUEZ CRONICA Y FOTOS

LUNES 25 DE AGOSTO. 4ª DE ABONO.
FERIA DE SAN JULIAN 2008. CUENCA.
FESTEJO: CORRIDA DE TOROS.
Ficha del Festejo.
Con lleno en los tendidos y tarde muy calurosa sin nada de viento se ha celebrado la 4ª del abono en honor a San Julián, patrón de la Ciudad de Cuenca.
Saltaron al ruedo seis astados de la ganadería de Torrehandilla, de procedencia actual Jandilla. Siguieron con la línea de la feria
en cuanto a ser toros que no aguantaron mucho más de un mono-puyazo, en muchas ocasiones solamente marcado, aunque esta tarde, los toros sin transmitir nada al tendido se dejaron y permitieron estar por ahí a sus matadores. Eso si correctos de presentación, como es la tónica general de lo que llevamos de feria, oscilaron sus pesos entre los 497 kg del que cerró plaza y los 554 Kg del que hizo tercero. El 2º toro desarrolló sentido y fue aplaudido en el arrastre.


Con respecto a los matadores el resultado fue el siguiente:
ENRIQUE PONCE. Que vestía de grana y oro. (PALMAS/LEVES PALMAS), fue protestado mucho por el público el bajonazo que recetó a su segundo oponente.

MANUEL JESÚS EL CID. De azul turquesa y oro. (PALMAS CON SALUDO DESDE EL TERCIO, 1 aviso/OREJA).

SEBASTIÁN CASTELLA. De verde y oro. (PALMAS, 1 aviso/ 2 OREJAS y salida por la puerta grande).
Destacó en banderillas RAFAEL PEREA BONI que se desmonteró después de poner dos excelentes pares al 2º toro de la tarde, primero del lote de El Cid.

ENRIQUE PONCE.
Venía con muchas ganas Ponce a actuar en Cuenca ya que como el expresó en el patio de cuadrillas su abuelo es natural de Motilla del Palancar y le toca por ello algo de esta tierra. Realizó Ponce dos faenas de las que solemos verle, cuidando y metiendo al toro poco a poco en la muleta a base de clase y técnica. En el primer toro más sobrio, en el segundo de su lote tuvo que tirar mano de los tendidos de sol para animar una actuación que no iba a trascender mucho. Lo peor de su tarde, sin duda, la espada. Después de recetar una entera pero caída que hizo que lo realizado en su primero solo quedara en PALMAS, llegó otra entera pero más caída todavía que hizo que bastante parte del público le pitara emborronando la larga faena con la mano izquierda y el arrimón del tendido de sol. LEVES PALMAS y pitos por la mala estocada que todavía le fueron recordados al abandonar la plaza quizás de una forma algo exagerada por el respetable.

MANUEL JESÚS EL CID.
Un Cid muy buen capotero toda la tarde con la clase que atesora tanto al recibir a sus dos toros como al hacer los correspondientes quites a la salida del caballo de sus dos oponentes, donde destacó el quite por chicuelinas a su primer toro y la media que puso a la plaza en píe.
Toro el primero del Cid complicado que se fue resabiando según avanzaba la faena llegando a poner al de Salteras en algún compromiso al no atender al toque de la muleta. Como epilogo de la larga faena el toreo con circulares que puso a la plaza boca abajo. Y al final de este toro los “fantasmas” de este torero volvieron a salir con la espada. Hasta dos pinchazos
precedieron a la estocada entera en la suerte contraria lo que hizo que todo quedara en PALMAS obligando al torero a saludar desde el tercio. Se aplaudió el toro en el arrastre.
Su segundo toro no transmitió nada a los tendidos, toro de embestida clara pero dando la sensación de que lo que hacía el torero “lo podía hacer cualquiera”, mal asunto. Lo más curioso de una faena aseada, larga y con el Cid demostrando su clase y torería fue un desplante en el que el torero se echó la muleta al hombro soltándola y con ambas manos desafiando al toro. Estocada entera en la suerte contraria y en buen sitio que ayudó a que el Presidente concediera la primera OREJA de la tarde.

SEBASTIÁN CASTELLA.
Estuvo con ganas y predispuesto el francés toda la tarde. Pecó, bajo mi criterio, de después de ver que la corrida tampoco estaba saliendo muy sobrada de fuerzas inició ambas faenas quebrando a los toros mucho con el capote por abajo y sobre todo en el inicio de faena de muleta a su primer toro donde le pegó tres regates con la franela que dieron con el animal en la arena varias veces. Luego y después de ir acortando las distancias en cada tanda llegó el arrimón de muletazos por la espalda que no fueron suficientes para que después de pinchar dos veces al toro antes de colocar media estocada y escuchar 1 aviso solamente obtuviera PALMAS.
En el que cerró plaza Castella se pegó un arrimón ante un noble toro que vio como el francés se lo hacía todo despacio y dándole su tiempo y sitio para recuperarse entre tanda y tanda. Faena con mucha variedad, consistencia y perfecta para arreglar una tarde que estaba punto de verificar eso de “tarde de expectación tarde de……….”. Este si que no se le podía escapar con el fallo a espadas y así fue, después de cuadrar al toro en la segunda raya enterró el estoque hasta los gavilanes, aunque tuvo Castella al aliado de la mala iluminación de la plaza que disimuló lo caído de la espada. Le fueron concedidas las 2 OREJAS que le abrirían la puerta grande que une el albero de la plaza con el busto de Chicuelo II que preside el jardín del que goza este coso.


La anécdota de la tarde: no le gustó a una de las tres mulillas del tiro de esta plaza el segundo toro de Ponce ya que no hubo manera de que tirara de el ya muerto, hasta el punto que hubo que soltarla y hacer sus dos hermanas el arrastre del animal. Menudos saltos daba la mula, medalla olímpica seguro de haberla inscrito en Pekín.

Eduardo Rodríguez.

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