P. BERMEJO
Domingo 8 de marzo participaron en segunda convocatoria
Antonio Vaquero: dos orejas y rabo simbólicas
Felipe Chamaco: saludos
Esteban Pérez “El Cuco”: dos orejas y rabo
Víctor Barrio: una oreja
Emilio Huertas: una oreja
Ganadería: Buenavista , de buena presentación, bravos, nobles y encastados y con transmisión.
Antonio Vaquero: no se podía imaginar lo que saldría por la puerta de toriles, un novillo que de salida no pronosticaba que fuese de indulto. En el capote no se entregó, pero eso sí, fue una máquina de embestir. Vaquero se dio cuenta y brindó a Luis de Pauloba, el inicio de faena fue emocionante. Le toreó por el pitón derecho con muletazos muy largos y también por el pitón izquierdo, que necesitaba de toques para finalizar el viaje. Le hizo de todo, pases redondos, por la espalda… hasta conseguir el indulto.
Felipe Chamaco: lo recibió con una larga en el tercio, en réplica de quites lo hizo por lopecinas. Chamaco puso banderillas francamente bien. Brindó al público e inició su trasteo muleteril, con suavidad ante la flojedad del novillo. Tras varias tandas por ambos pitones y una cogida sin consecuencias, no tuvo suerte con la espada y todo quedó en saludos. Estuvo en novillero.
Esteban Pérez “El Cuco”: en el capote solo dos verónicas a resaltar, y una colada impresionante. Se banderilleó muy bien, y El Cuco en su inicio de muleta lo rompió por abajo, el novillo se le entregó; le valió perfectamente. Tras varias tandas por ambos pitones consiguió algunos muletazos con gusto, sentimiento y suavidad. Le mató de entera sin puntilla.
Víctor Barrio: con el capote resaltar el quite de Huertas. Brindó al público e inició la faena de rodillas en el centro del redondel. Sabía lo que tenía que hacer y lo hizo, por supuesto con la gran colaboración de “Descuidero”. Tras varias tandas por el pitón derecho, que fueron extraordinarias, también lo toreó por el izquierdo extraordinariamente bien, ligando en un palmo las tandas con temple, despaciosidad y profundidad, tanto que algunos muletazos parecían interminables. Al entrar a matar el novillo le hizo un extraño y consiguió una estocada atravesada y varios descabellos. El novillo fue extraordinario por ambos pitones, mejor incluso que el del indulto. Novillero a tener en cuenta y a seguir.
Emilio Huertas: solo una verónica y la media de remate en el recibo de capote. El novillo salía suelto, y tras el tercio de banderillas seguía suelto y corretón. Huertas brindó al público e inició la faena por bajo sometiendo al novillo. Le pudo robar muletazos largos y templados, hasta que se rajó y no quiso más. Se dobló con él y le mató de dos pinchazos y entera sin puntilla. Este novillo fue el menos potable del encierro.
La final queda de la siguiente forma:
Juan Sarrión
Víctor Barrio
Esteban Pérez “El Cuco”
Antonio Vaquero: dos orejas y rabo simbólicas
Felipe Chamaco: saludos
Esteban Pérez “El Cuco”: dos orejas y rabo
Víctor Barrio: una oreja
Emilio Huertas: una oreja
Ganadería: Buenavista , de buena presentación, bravos, nobles y encastados y con transmisión.
Antonio Vaquero: no se podía imaginar lo que saldría por la puerta de toriles, un novillo que de salida no pronosticaba que fuese de indulto. En el capote no se entregó, pero eso sí, fue una máquina de embestir. Vaquero se dio cuenta y brindó a Luis de Pauloba, el inicio de faena fue emocionante. Le toreó por el pitón derecho con muletazos muy largos y también por el pitón izquierdo, que necesitaba de toques para finalizar el viaje. Le hizo de todo, pases redondos, por la espalda… hasta conseguir el indulto.
Felipe Chamaco: lo recibió con una larga en el tercio, en réplica de quites lo hizo por lopecinas. Chamaco puso banderillas francamente bien. Brindó al público e inició su trasteo muleteril, con suavidad ante la flojedad del novillo. Tras varias tandas por ambos pitones y una cogida sin consecuencias, no tuvo suerte con la espada y todo quedó en saludos. Estuvo en novillero.
Esteban Pérez “El Cuco”: en el capote solo dos verónicas a resaltar, y una colada impresionante. Se banderilleó muy bien, y El Cuco en su inicio de muleta lo rompió por abajo, el novillo se le entregó; le valió perfectamente. Tras varias tandas por ambos pitones consiguió algunos muletazos con gusto, sentimiento y suavidad. Le mató de entera sin puntilla.
Víctor Barrio: con el capote resaltar el quite de Huertas. Brindó al público e inició la faena de rodillas en el centro del redondel. Sabía lo que tenía que hacer y lo hizo, por supuesto con la gran colaboración de “Descuidero”. Tras varias tandas por el pitón derecho, que fueron extraordinarias, también lo toreó por el izquierdo extraordinariamente bien, ligando en un palmo las tandas con temple, despaciosidad y profundidad, tanto que algunos muletazos parecían interminables. Al entrar a matar el novillo le hizo un extraño y consiguió una estocada atravesada y varios descabellos. El novillo fue extraordinario por ambos pitones, mejor incluso que el del indulto. Novillero a tener en cuenta y a seguir.
Emilio Huertas: solo una verónica y la media de remate en el recibo de capote. El novillo salía suelto, y tras el tercio de banderillas seguía suelto y corretón. Huertas brindó al público e inició la faena por bajo sometiendo al novillo. Le pudo robar muletazos largos y templados, hasta que se rajó y no quiso más. Se dobló con él y le mató de dos pinchazos y entera sin puntilla. Este novillo fue el menos potable del encierro.
La final queda de la siguiente forma:
Juan Sarrión
Víctor Barrio
Esteban Pérez “El Cuco”
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